Nuestros recuerdos son oro, son tiempo encapsulado, son regalos que nos hacemos a nosotros mismos y que hacemos a otros.

Vivimos en una era de grandes titulares, frases memorables y clichés. Solemos caer en el concepto sesgado del ser humano. Todos los aspectos suman a nuestra vida, pero no podemos olvidar a todas las personas que nos han traído hasta este momento y hasta este lugar. Nuestro presente está altamente condicionado por nuestro pasado.

El pasado es una lección

La ventaja de tener recuerdos es que son útiles para aprender. El ser humano se suma al proceso de prueba y error y aprendizaje.

Para cada persona es importante saber de dónde venimos. Tenemos recuerdos con nuestros padres, abuelos, hermanos, hijos, etc. Y, aunque todos los recuerdos se complementan o se tocan entre sí, no dejan de ser únicos y no dejan de recordarnos cuán son importantes las personas que amamos.

Todos tienen una parte de responsabilidad en nuestro éxito y desarrollo. El escritor estadounidense Theodor Seuss Geisel afirmó "a veces no conoces el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en memoria".

El pasado es una brújula de las emociones

Muchas veces los recuerdos permanecen aletargados en el inconsciente hasta que un objeto, una imagen, una frase, un olor, los reactiva.

En nuestras actividades diarias apenas los tenemos presentes, pero cuando aparecen de forma repentina, nos invaden con una fuerza extraordinaria debido a la conexión emocional con el recuerdo.

Limpias la casa y te das con la sorpresa de encontrar el álbum, con fotos impresas en papel fotográfico, donde apareces junto a tus padres y tus abuelos mientras eras ese niño o niña lleno de sueños y fantasías.

Ahora ese recuerdo visual puedes eternizarlo en otros soportes como corazones de piedra, dijes personalizados, camisetas diseñadas a elección tuya, rompecabezas y tazas con las fotos de tu persona favorita.

Los recuerdos son una fuente de inspiración y de aprendizaje constante si sabemos verlos y comprenderlos. Son, también, ese lugar al que podemos volver siempre que queramos, sólo basta con cerrar los ojos o mirar esos regalos personalizados que nos hacemos a nosotros mismos o a otros con las fotos o frases de quienes amamos

Igual de importante como recordar a los seres que ya no están, es vivir nuevas experiencias con quienes nos rodean en el presente pues nos enriquecen y son los recuerdos que añoraremos en el futuro.

Cuentas con nosotros para personalizar tus mejores recuerdos en objetos y regalos de ensueño. Mira acá el catálogo de regalos de Sublimagenez.

tazas personalizadas en Dallas