Las personas que amamos y han partido se convierten en recuerdos eternos

Añoramos lo que hemos perdido y la idea de que no tenga vuelta atrás es difícil de encajar.

La ansiedad o el miedo por la ausencia de alguien que amamos nos causa tristeza, es algo en nuestra vida que no funciona bien.

Aún cuando nuestra actitud optimista es una gran aliada en nuestra vida, hay situaciones que requieren de la tristeza y la frustración como barreras a derrivar. Vale aceptar que te sientes así y vale comprender el motivo por el que lo sientes.

Los psicólogos afirman que "las emociones súbitas se presentan al inicio de forma brusca, nos cambian la vida, pero poco a poco, a medida que nos adaptamos a la pérdida, van perdiendo intensidad". Luego todo sigue su curso natural.

Cuando recordamos a las personas que se han ido, da la impresión que debemos hacerlo con pena y no con risa.

Las muestras de amor que quedan en nosotros son la dedicación, el tiempo compartido, la comprensión, la ayuda que has prestado, el cariño, la comunicación, pero no, necesariamente, la tristeza por la pérdida.

Valoremos las enseñanzas y las experiencias que compartimos con esa persona que se fue; las veces que reímos juntos.

Así que trata poner de tu parte para que los recuerdos sean entrañables, incluso graciosos, en lugar de tristes.

Las personas que amamos y no están, son recuerdos eternos, nos desean el bien y quieren que seamos felices.

Sufrir por el que no está es una conducta normal, pero seguro que no es lo que la persona fallecida hubiera elegido para ti.

Seguro anhela que estuvieras viviendo una vida serena; aprovechando los momentos pequeños felices de la vida y que disfrutes de todo lo que tienes ahora.

Existen objetos que nos legaron y que cuidemos con devoción y amor. Y están aquellos regalos que nos hacemos con sus fotos, frases y palabras que solían usar.

En Sublimagenez queremos que recuerdes con alegría a ese ser amado que partió. Aquí tienes una amplia gama de regalos personalizados.